Historia de Carreño: El Palacio de los Bernaldo de Quirós y la capilla de Santa Clementina, en Carrió



El Palacio de los Bernaldo de Quirós, situado en la parroquia de Carrió, en el Concejo de Carreño, se construyó a finales del Siglo XIX (hacia 1880). Aunque se levantó sobre un edificio anterior de la Edad Media.
Se trataba de una torre o casa fuerte (vivienda más torre y muros defensivos) que en su tiempo protegía el camino hacia Gijón y el embarcadero situado a sus pies en la antigua ría de Aboño, ahora transformada en un canal de desagüe de la zona industrial de la comarca de Gijón; pero que hace siglos era navegable para embarcaciones pequeñas y medianas. El Palacio perteneció al Conde de Peñalba, y en la antigua construcción se encontraba una capilla dedicada a Santa Clementina.
El edificio es de estilo ecléctico. El Palacio se encuentra en magnífica finca cercada con muro de mampostería. El jardín fue concebido según el modelo de los jardines ingleses o románticos de finales del XIX. Dentro de la finca se incluyen: casa de los caseros, establos y antiguo palomar. Es una construcción de planta rectangular, con capilla adosada al lado Norte. Tiene planta semisótano, dos plantas y desván. A la vivienda se accede por la fachada Este por medio de escalinata que se remata con un porche sostenido por dos columnillas de hierro fundido. Las fachadas presentan una distribución regular de vanos con recercos moldurados de piedra artificial rematados con cornisa en planta baja y decoración clasicista en la planta principal. A ambos lados de la entrada principal, se colocaban dos escudos, en uno se puede leer la inscripción: "Después de Dios los Bernaldo de Quirós" y en el otro: "El Noble linaje de los Carrió es de mucha antigüedad y nobles hidalgos". Los escudos permanecieron en la fachada hasta hace unos años, cuando el último de los Bernaldo de Quirós vendió el Palacio a una empresa de cementos llevándose los dos escudos.
El desván se ilumina con estrechos vanos horizontales abiertos en las fachadas mayores, además de dos pequeños balcones situados en los hastiales.
La capilla se adosa al lado Norte, tiene planta rectangular. En los laterales se abren ventanas pareadas de apariencia neogótica. El pequeño templo estaba dedicado a Santa Clementina y guardaba las reliquias y el supuesto cuerpo incorrupto de dicha santa, traída de Roma hasta Carrió en el siglo XVIII por el Cardenal Cienfuegos. En 1896, por razones testamentarias fue llevada a Luanco por Doña Pilar Bernaldo de Quirós. Desapareció en el año 1936 de la Iglesia de Santa María de Luanco, durante los saqueos de la Guerra Civil.
Las cuadras actualmente en desuso, están construidas en ladrillo macizo.
Todas las construcciones se rematan con aleros decorados con piezas de madera avolutadas y terminado con colgantes de madera decorado con marqueterías. Los aleros del Palacio, de gran vuelo, se sujetan por jabalcones.
El Palacio está catalogado como Bien del Patrimonio Cultural del Principado de Asturias en la ficha nº 51 correspondiente al Concejo de Carreño.

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